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Qué hacer cuando dejas el porno

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Aunque para muchos todavía siga siendo un tabú, la pornografía es hoy por hoy uno de los negocios más rentables que existen. La expansión de Internet ha permitido que las productoras puedan llegar a un público mucho más amplio, de millones de espectadores nen todo el mundo, y el consumo se ha disparado. Tanto es así que incluso algunos expertos están empezando a alertar sobre los peligros de la sobreexposición al porno, con muchos jóvenes accediendo a este tipo de contenido a edades muy tempranas. Como todo en este mundo, el porno no es bueno o malo de por sí, y será nuestra manera de disfrutarlo y entenderlo lo que nos aportará o nos perjudicará. Para muchos, el porno es algo sucio y prohibido, algo que intentan mantener bien lejos. Para otros es sencillamente una forma de aprender y disfrutar de su sexualidad, sin darle más importancia. Y para otros tantos privilegiados es un trabajo, una forma de vida.

Cada vez son más las personas que se animan a convertirse en actores porno, chicos y chicas que se lanzan a una industria muy especial, en muchas ocasiones sin saber lo que les espera. Y es que elegir esta vía como forma de vida puede parecer algo increíble en un primer momento, como un sueño hecho realidad. Pero no es oro todo lo que reluce dentro de la industria, y más allá incluso de las propias connotaciones morales, convertirnos en actor porno puede darnos alegrías, pero también muchos quebraderos de cabeza. Estrellas del cine para adultos han salido recientemente de la industria, aludiendo a problemas físicos y emocionales, por toda la carga que supone este trabajo. Y es que de hecho, ser actor porno se parece bastante a ser deportista de alto nivel. Cumples un sueño, vives de lo que te apasiona, pero todo ese trabajo al nivel más intenso supone luego una carga que es compleja de sobrellevar. Por eso las carreras de estos actores y actrices suelen ser relativamente cortas, y muchos tienen que buscar nuevas salidas, nuevas opciones, tras abandonar la industria. El porno deja marcado a todo el que participa en él, pero hay muchos casos en los que las actrices y actores han podido seguir con sus vidas sin problema.

Trayectorias cortas pero intensas

Habitualmente, las actrices y actores porno no suelen tener carreras demasiado largas. Si pudiéramos hacer una media de la duración de la trayectoria en el porno de cada actor o actriz, seguramente se limitaría a unos cinco o siete años. Es una carrera profesional muy corta, desde luego, y por más que se gane durante ese tiempo, no suele dar para vivir toda la vida. Algunas chicas consiguen dar el paso de teen a actriz adulta y luego a MILF con mucha facilidad, y pueden permanecer incluso veinte años en la industria. Lo mismo ocurre con los chicos, aunque en menor medida, porque ellas siempre son as protagonistas. Sin embargo, lo habitual es que un actor porno solo trabaje en torno a diez años, quince como mucho, y al acercarse a los cuarenta la mayoría ya han salido del negocio.

Empresa y negocios

Aunque es cierto que la trayectoria de los actores y actrices del porno no suele ser excesivamente larga, aquellos que consiguen llegar al estrellato sí que ganan mucho dinero. Los ingresos en esos años pueden llegar a ser millonarios, y si bien no suelen dar para vivir el resto de sus días, al menos sí que suponen una opción para emprender negocios que, una vez retirados, pueden servir de colchón para estas estrellas del cine X. Muchas actrices, por ejemplo, se convierten en empresarias de productos eróticos, de moda o incluso de maquillaje Su fama les permite llegar a un público muy amplio, y al final este tipo de sector de belleza está relacionado con lo que han podido hacer durante sus años como profesionales. Muchas también se quedan en e porno, aunque solo detrás de las cámaras, como productoras.

Los negocios de las estrellas del porno van desde concesionarios a bodegas de vino en Francia, pasando por marcas de ropa o de alimentación fitness. En estos últimos años, las actrices porno también han logrado encontrar un hueco como influencers gracias a las redes sociales, y su popularidad ha crecido bastante. Este tipo de proyección les permite promocionar sus propios productos ante un público muy interesado en lo que hacen, y curiosamente, cada vez más femenino. En el caso de los actores, muchos terminan con negocios nocturnos, como bares o discotecas, que suelen funcionar bastante bien a nivel local. Otros, como las grandes estrellas de Hollywood, se lanzan a abrir restaurantes. La mayoría abren estos negocios cuando aún están en activo, y se dedican a ellos de pleno al retirarse.

Escritoras, azafatas, influencers

Las redes sociales han permitido romper la barrera de la popularidad entre anónimos y celebridades, convirtiendo en personajes famosos a casi cualquier que logre destacar. Hoy por hoy hay actrices porno que tienen más seguidores en Instagram que algunas actrices reconocidas del cine comercial. Y es que la red siempre se ha nutrido del contenido erótico y pornográfico, y la prueba de ello es el salto natural que se está viviendo en la industria gracias a la plataforma Onlyfans. Muchas actrices han dejado de grabar porno habitualmente con productoras para lanzar sus propios vídeos, y así llevarse mucho más dinero. Convertidas en influencers eróticas, son capaces de vender prácticamente cualquier producto a su audiencia.

Yendo en contra de muchos prejuicios que todavía siguen existiendo en la industria, las actrices también se han convertido en escritoras, comentaristas deportivas, periodistas políticas, etc… Trabajos a los que aparentemente una chica sin cerebro que se mete en el porno nunca accedería, pero que denotan que estas actrices no son precisamente unas cabezas huecas. Muchas de las chicas que empiezan en el porno hoy en día tienen estudios superiores, y son expertas incluso en determinadas áreas como Económicas, Derecho o Química. Se están rompiendo estereotipos de manera que una actriz porno puede dedicarse a lo que desee una vez termine con ese trabajo en la industria. Modelo, azafata de eventos, comentarista en televisión…

Aquellos que se resisten a retirarse

Como ya comentábamos arriba, el porno es un mundo en el que uno entra y sale bastante rápido, basado en el atractivo de la juventud y la intensidad de esos años más lujuriosos. Cuando se llega a cierta edad, los actores y actrices ven cómo las productoras dejan de llamarles tanto. Si bien existen todavía oportunidades dentro del género MILF para ellas, y como maduros para ellos, hay mucha menos demanda de estos perfiles. Aun así, hay estrellas que no han renegado de su condición de actores pornográficos, y han seguido trabajando incluso más allá de los 50 años. Con trayectorias que superan las tres décadas, estos veteranos del porno han vivido todos los cambios de la industria en los últimos tiempos, y se pueden considerar unos verdaderos supervivientes.

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